Traducción de Martin Martinez-Lage y Federico Corriente
Tradicionalmente, nos han enseñado que los primeros habitantes de América entraron en el continente atravesando el estrecho de Bering doce mil años antes de la llegada de Colón. Se daba por supuesto que eran bandas reducidas y nómadas, y que vivían sin alterar la tierra. Pero, durante los últimos treinta años, los arqueólogos y antropólogos han demostrado que estas suposiciones, igual que otras que también se sostenían desde hacía tiempo, eran erróneas.
En un libro tan asombroso como persuasivo, Charles C. Mann revela conclusiones tan novedosas como que en 1491 había más habitantes en América que en el continente europeo; que algunas ciudades, como Tenochtitlán, tenían una población mayor que cualquier ciudad contemporánea de la época, además de contar con agua corriente, hermosos jardines botánicos y calles de una limpieza inmaculada; que la prosperidad de las primeras ciudades americanas de alcanzó antes de que los egipcios construyeran las pirámides; que los indios precolombinos de México cultivaban el maíz mediante un procedimiento tan sofisticado que la revista Science lo ha calificado recientemente como «la primera hazaña, y tal vez la mayor, en el campo de la ingeniería genética»; o que los nativos americanos transformaron la tierra de forma tan completa que los europeos llegaron a un continente cuyo paisaje ya estaba modelado por los seres humanos.
Charles C. Mann arroja nueva luz sobre métodos empleados para llegar a estas nuevas visiones de la América precolombina y sobre el modo en que éstas afectan a nuestra concepción de la historia y a nuestra comprehensión del medio ambiente. 1491 es un relato apasionante de diversas investigaciones y revelaciones científicas de preimera magnitud que cambiarán radicalmente nuestra forma de ver la América precolombina.